En las casi tres horas que duró la procesión, más de 180 costaleros, de los cuales la inmensa mayoría no superaban los 20 años, realizaron una espectacular actuación con sus respectivos tronos en los hombros.
Junto a ellos, más de 2.000 asistentes disfrutaron y aplaudieron sus hazañas con las imágenes.
Aúnque la procesión estuvo soberbia, cabe destacar una excesiva lentitud, que hizo pesada y aburrida en algunos de los últimos momentos de la estación de penitencia.
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